Unas mejillas rosadas envueltas en caramelo,
la melena agitada con lodo y polvo del suelo,
las manos mugrosas que hicieron pasteles de barro seco,
los labios rosados sonrientes y callados,
sus ojos grandes con pestañas de aguazero.
descanzan en la vieja amaca que cuelga en el patio trasero.
Mi niño hermoso, mi querube,
retratarte quisiera y asi conservarte,
lejos de las penas, de las armas... de la muerte,
descanze mi tesoro, duerme tranquilo,
viaja con Morfeo por los rincones de tu mente.
Criatura de mi sangre, cuanto te bendigo
y le pido a Dios que te protega,
ilumine tu sendero, de sabiduría te colme,
encaminando hacia el bien tu fuerza y mente,
con salud te premie cada acto de bondad sublime
descanza hijo mio, yo cuidare que nada turbe,
cuando despiertes el trabajo espera
en esta vida áspera con rudeza austera,
ya tu madre en la merienda se esmera
y yo, tu padre, tu sonrisa ver ansío
cuando relates las aventuras que tranquilo soñaste.
martes, 6 de abril de 2010
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